El comercio exterior es una actividad necesaria para todas aquellas empresas que quieren asegurar su actividad, crecer, y abrirse a nuevos mercados. Gracias al comercio exterior podemos incrementar sustancialmente nuestros beneficios, pero también asumimos riesgos que nos pueden llevar a la quiebra.
Para evitar esta situación es importante que las empresas, antes de decidirse a exportar sus productos a otros países, planifiquen y estudien bien sus acciones para conseguir que la operación sea un rotundo éxito. El transporte marítimo o el grupaje marítimo de mercancías es el medio más recomendado para transportar nuestros materiales ya que nos permite recorrer largas distancias y llevar una gran cantidad de producto. Aun así debemos valorar a qué países nos vamos a dirigir para elegir la mejor opción.
Si conocemos el mercado al que nos queremos dirigir, evitaremos pérdidas económicas que puedan suponer el cierre de la empresa. Por ello debemos valorar algunas cuestiones que nos ayudarán a planificar mejor nuestra estrategia de cara a la venta de nuestros productos a los países de destino:
1.- Conocer las exigencias legales.
Cada país exige unos requisitos que todos los productos que se comercializan allí deben cumplir para garantizar la seguridad y la calidad del producto hacia los consumidores.
Cada país exige unos requisitos que todos los productos que se comercializan allí deben cumplir para garantizar la seguridad y la calidad del producto hacia los consumidores.
Si queremos exportar nuestra mercancía, antes debemos saber cuáles son esas exigencias y tenemos que adaptarnos a ellas, haciendo que nuestros productos las cumplan para poder comercializarlos en ese país. De esta forma, nos ahorraremos problemas antes de exportar nuestras mercancías y también podremos tomar decisiones como el no exportar a ese mercado porque no podemos cumplir con las exigencias.
2.- Conocer la demanda existente.
También es muy importante antes de exportar el conocer en profundidad el mercado y saber si existe una demanda de nuestro producto. No tendría sentido intentar vender productos en un país en el que la demanda es mínima.
También es muy importante antes de exportar el conocer en profundidad el mercado y saber si existe una demanda de nuestro producto. No tendría sentido intentar vender productos en un país en el que la demanda es mínima.
Para conocer esa demanda podemos realizar un exhaustivo estudio de mercado que nos ayudará a conocer las oportunidades con las que podemos contar, los rasgos culturales característicos que pueden influir en nuestra venta y también aspectos económicos y políticos.
Con este estudio conoceremos de primera mano la realidad del país y sabremos cuál es la mejor forma de introducir nuestros productos allí.
3.- Diseñar estrategias específicas para cada mercado.
Una vez estamos seguros de las posibilidades de éxito de nuestros productos en los mercados de destino y conocemos la realidad del país, y sus rasgos que pueden afectar a nuestra actividad, debemos diseñar estrategias individuales para cada uno de ellos con el fin de adaptarnos a esos rasgos y escoger la mejor opción de venta.
Una vez estamos seguros de las posibilidades de éxito de nuestros productos en los mercados de destino y conocemos la realidad del país, y sus rasgos que pueden afectar a nuestra actividad, debemos diseñar estrategias individuales para cada uno de ellos con el fin de adaptarnos a esos rasgos y escoger la mejor opción de venta.
Las diferencias entre algunos países son abismales y por lo tanto no podemos utilizar la misma estrategia para todos. Diseñar estrategias segmentadas nos ayudará conseguir el éxito en nuestras exportaciones.
Atendiendo a estas cuestiones, ya podemos intuir cierto éxito, si bien es cierto que la planificación de la exportación va más allá, buscando distribuidores, empresas de transporte, trámites… Éste es un primer paso para encontrar la mejor forma de exportar con éxito.
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